domingo, 9 de enero de 2011

Las Líneas de Chávez “Abajo cadenas”


Este año 2011 ha comenzado bien intenso, de verdad.

No olvidemos además, que ha comenzado este primero de enero, la segunda década del siglo XXI, la cual tiene una especial significación que convierte al 2011 en un año de vanguardia.

¡Cuántos acontecimientos ocurrieron en la primera década del siglo!

Ahora mismo recuerdo unas palabras del padre Simón Bolívar: “Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser superiores a los pretéritos”.

¿Y por qué razón me llegó este pensamiento luminoso cuando escribo, pensando en el tiempo pasado, en el presente y en esta nueva década que comienza?

Te pido, compatriota que me lees, que nos fijemos en un detalle: hace doscientos años, comenzando la segunda década del siglo XIX, en Venezuela nacía una Gran Revolución que moriría 20 años más tarde entre los estertores de Santa Marta. Luego, hace cien años, comenzando la segunda década del siglo XX, acababa de morir una Revolución que pretendió restaurar la independencia traicionada. En efecto, la Revolución Restauradora que dirigió Cipriano Castro, fue acuchillada por Juan Vicente Gómez y Venezuela cayó en las garras del Águila Imperial y sus lacayos de la burguesía caraqueña.

Hoy nos sorprende la aurora de la segunda década del siglo XXI, con una Revolución en Marcha: Es la quinta gran Revolución de toda nuestra historia.

La primera fue la Gran Revolución India Aborigen.

La segunda fue la Gran Revolución de Independencia.

La tercera fue la Gran Revolución Federal.

La cuarta fue la Gran Revolución Restauradora.

Y la Quinta es esta que hoy nos arrastra “como a una débil paja”: ¡ La Gran Revolución Bolivariana!

Podríamos decirlo con el “Abajo Cadenas” como factor común de la Línea Estratégica General: cuando llegó 1811, crujían y comenzaban a caer las pesadas y viejas cadenas del coloniaje español; cuando llegó 1911, unas nuevas cadenas estaban ya remachadas sobre la desdichada Venezuela…

¡Y ahora, cuando ha llegado 2011, las viejas y pesadas cadenas del coloniaje yanki allí están, en el suelo, rotas por la Gran Revolución Bolivariana!.

Y esta segunda década tiene que permitirnos echar esas cadenas totalmente del horizonte nacional y además contribuir a que desaparezcan para siempre de toda nuestra América.

Pero como lo debemos saber todas y todos, compatriotas que me leen, está viva y latente la amenaza imperial sobre nuestra amada patria y la quinta columna, lacaya y servil no descansará tratando de producir el derrumbe de Venezuela.

Por ello escribí al comienzo: el 2011 ha comenzado bien intenso, como se dice, en plena batalla.

El pueblo todo, la clase media, la juventud, los estudiantes, los trabajadores, los productores, el sector económico tanto público como privado, los partidos políticos, los distintos niveles del gobierno, las autoridades y miembros de todos los poderes del Estado, todas y todos en fin, debemos hacer un gran esfuerzo para poder leer correctamente y así hacer la mejor interpretación posible de los acontecimientos del día a día, sin dejarnos llevar por arrebatos a veces irracionales.

Un buen ejemplo de esto último lo constituyen las recientes declaraciones del dirigente de la cúpula burguesa agrupada en ese nido de serpientes que llaman Fedecámaras, en relación con el anuncio que hice hace unos días acerca de mi decisión definitiva de no incrementar el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Dijo este señor que detrás de esa decisión “había algo escondido”, que “no se puede confiar para nada en este Gobierno” y cosas por el estilo. Y todo esto después de haber despotricado del Gobierno unos días antes, precisamente cuando se había anunciando un modesto incremento de dicho impuesto. ¡Vaya cuánta irracionalidad!

Afortunadamente son mayoría las mentes y las voces que se sustentan en la razón frente a los acontecimientos. Y así debe seguir siendo en un País que ahora se ha convertido en una escuela y demuestra signos cada vez más claros de una gran madurez política.

¡Tenemos entonces con nosotros al 2011, año de Vanguardia!

Y arrancó vigoroso como los buenos caballos.

Lo recibimos en la Barinas de mis querencias. Y luego, a las pocas horas estábamos en Brasilia. Lula, Dilma, y tantos amigos. Hasta Hillary Clinton andaba muy sonreída y con ganas de conversar sin intermediarios.

Se instaló la Nueva Asamblea , con Fernando Soto Rojas, como Presidente reivindicando su largo camino de Guerrillero, como también lo había hecho la Presidenta de Brasil, nuestra querida Dilma.

Año bueno para celebrar los 200 del inicio de la primera República y de la segunda Gran Revolución Venezolana.

Y para continuar haciendo realidad concreta, espiritual y material, nuestra Quinta Gran Revolución.

¡ La Gran Revolución Bolivariana!

¡Abajo Cadenas!

¡Venceremos!

domingo, 2 de enero de 2011

Las Líneas de Chávez ¡Feliz Año 2011!


I

Cada año viene signado con sus particularidades: el 2010 nos trajo sus retos y sus dificultades. Basta con recordar que hemos tenido que lidiar con una prolongada sequía que generó una severa crisis eléctrica y, por si fuera poco, con las desastrosas consecuencias materiales y humanas a consecuencia de las intensas lluvias de fin de año.

Hay que decirlo: asumimos los retos y las dificultades, como diría Gramsci, con el optimismo de la voluntad; con la firme y decidida determinación que ameritaban; con el convencimiento, además, de saber que junto a las instituciones del Estado y al Gobierno como un todo, contábamos con la firme voluntad popular, tal y como ha venido demostrándose.

Ante la disposición y el compromiso del pueblo venezolano, ahora y siempre, uno no puede sino sentirse orgulloso. Estas adversidades nos han venido a advertir que una Revolución sólo logra instaurarse como satisfacción de una necesidad histórica, si un pueblo la hace y la siente suya.

No me canso ni me cansaré de repetirlo: somos hijos e hijas de Bolívar y, por tanto, somos el pueblo de las dificultades. Vengan a nosotros todas las dificultades: sabremos vencerlas.

Cuán luminoso es el ejemplo que Venezuela está dando en materia de participación y protagonismo popular. A partir de este ejemplo, pensamos que la Revolución cuando se asume como voluntad transformadora y como proceso que desea inscribirse en su tiempo, se convierte en un ejercicio de interpelación cotidiana: cada día se vuelve un eterno presente, una apuesta animada por un proyecto que se hace porvenir, una elaboración perpetua de todo un pueblo.

Mientras escribo estas Líneas, miro el tiempo recorrido y contemplo cuánto hemos realizado, pero sobre todo, pienso en cuanto aún nos resta por concluir. Cabalgando al tiempo y apurándolo en lo posible, no nos daremos descanso hasta ver cumplido lo que hemos fraguado en los sueños colectivos. Lo vital es que la medida y el horizonte de nuestro proceso está claro: encarnarnos en la esperanza del pueblo y hacerla plena realidad.

Lo decimos con modestia y conscientes de la responsabilidad: no hay otro camino que aquel que nos conduce a la conquista definitiva de, para decirlo con Bolívar, la suprema felicidad social.

Nosotros, en las actuales circunstancias del país, hemos asumido ser los herederos y continuadores de la prolongada lucha de los siglos y en consecuencia para nosotros el tiempo histórico se nos presenta cada vez más como un desafío, pero un desafío orientado por la esperanza irreductible y libertaria.

II

En el 2010 se inició la conmemoración, en palabras de Augusto Mijares, de nuestro primer ciclo de liberación republicana. Es el torrente histórico del que somos herederos y que nos une entrañablemente a Nuestra América, y que es luz y fuerza en nuestra memoria como pueblo: nuestra herencia bolivariana.

Y en el 2011 estaremos conmemorando, por todo lo alto, los 200 años de la Firma del Acta de Independencia: 200 años del nacimiento de nuestra Venezuela como República libre, soberana e independiente, como camino propio y como sueño colectivo, aquel luminoso 5 de julio de 1811. No es poca cosa, entonces, lo que vamos a conmemorar y celebrar colectivamente.

Para nosotros, 1811 encarna una memoria histórica activa y animada por su veracidad inmediata, esto es, por su capacidad para comprometernos. Es por eso que a la tesis reaccionaria de la Independencia como frustración y fracaso, nosotros le oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la Independencia como promesa y proyecto abierto e inconcluso: la Independencia no ha terminado y es historia por hacerse y que ya estamos haciendo.

III

En los últimos días de diciembre, las cloacas mediáticas han puesto a rodar una versión catastrofista del año 2011. Véase, por ejemplo, cómo se han afincado contra la unificación de las tasas de cambio en 4,30 BsF por dólar, a partir del 1 de enero, anunciada el jueves 30 de diciembre por el Ministro Jorge Giordani: una medida que obedece a una simplificación del control cambiario. Y, ¿qué es lo que dicen los apátridas?: que estamos generando las condiciones para implementar un paquetazo neoliberal. Se trata, por supuesto, de la estrategia de mentir descaradamente para generar confusión.

Hablan y hablan de inflación –que, por cierto, cerró el 2010 en 26,9%: muy pero muy por debajo de lo que estimaban los apátridas- pero eluden referirse a la especulación de la cual son responsables: a la forma en que el capital monopólico, con Fedecámaras a la cabeza, infla desmesuradamente los precios, despreciando la racionalidad económica y burlándose del pueblo. Quiero advertírselos desde ya: vamos a meter en cintura a los especuladores y no vamos a tener ninguna clase de contemplaciones con ellos.

Igualmente, y obedeciendo a la misma lógica, minimizan que el desempleo cerró en menos de 7% al concluir 2010. Y que la pobreza sigue disminuyendo ostensiblemente: la pobreza extrema bajó de 7,3% a 7,1%. Son datos que hablan, por sí mismos, de una nueva realidad nacional.

Y con la Ley Habilitante se abre un camino cierto hacia el buen vivir, hacia la vida buena que todas y todos nos merecemos: vamos a fortalecer y profundizar la legalidad revolucionaria para revertir definitivamente las asimetrías estructurales y los desequilibrios macrosociales que son propios del modelo capitalista.

Por cierto, el domingo pasado –y teniendo como marco la solidaria y fraterna visita del compañero Evo Morales a La Guajira, estado Zulia- firmamos en Fuerte Mara la primera Ley Habilitante: este primer decreto ley establece la creación del Fondo Simón Bolívar para la reconstrucción de las zonas devastadas por la lluvia y cuenta con 10 mil millones de bolívares en su punto de arranque.

IV

Vamos a comenzar el año 2011 al galope, a toda mecha. El 2011 Bicentenario será año de batalla y de victoria popular.

Son inicuas las pretensiones de las fuerzas contrarrevolucionarias: no van a impedir la marcha de nuestro pueblo hacia el socialismo. No les vamos a permitir que conviertan al país en un caos: pido a Dios que ningún compatriota se deje llevar por los tambores de la guerra de la extrema derecha.

El 2011 será el año de la conformación del gran Polo Patriótico: necesitamos un gran centro de luces y de acción capaz de reunir a todas las fuerzas populares, más allá del PSUV.

Ciertamente, uno de los grandes escenarios de la batalla de 2011 será la Asamblea Nacional. La responsabilidad histórica de cada uno de nuestros legisladores y legisladoras es grande: hay que derrotar a los politiqueros pitiyanquis en el terreno de las ideas y, al mismo tiempo, hay que despejar todos los obstáculos para el pleno ejercicio del pueblo legislador.

V

Este 1 de enero hemos estado en la toma de posesión de la compañera Dilma Rousseff, esa infinita luchadora, como Presidenta de la República Federativa del Brasil. Dilma encarna la continuidad del camino que abriera ese gran coloso suramericano llamado Luiz Inácio Lula da Silva: a Lula toda nuestra admiración y toda nuestra gratitud por su solidaridad y su firmeza; por su condición de verdadero amigo de Venezuela y de la Revolución Bolivariana.

Compatriota que me lees: recibe un fuerte abrazo junto con mi deseo de un feliz año para ti y para tus seres queridos.

¡Bienvenido y bueno seas, nuevo año 2011 Bicentenario!

¡Venceremos!

domingo, 26 de diciembre de 2010

Las Líneas de Chávez “El Sermón del Cerro”



I

Para nosotros, esta Navidad tiene una significación humana de incalculable valor cristiano. Las lluvias y sus desastres le han dado presencia encarnada al pesebre pascual. En cada hombre, en cada mujer, en cada niño, está el rostro de José, María y Jesús. Como bien lo señaló el padre Numa Molina, desde su apostolado a favor de los humildes, “cada refugio es la representación viva del pesebre originario”.

¿Qué buscaban María y José aquella noche en Belén si no un refugio para que llegara al mundo el que traería las bienaventuranzas? ¿No son hoy nuestros refugios espacios de solidaridad y justicia, en los que estamos viendo nacer la esperanza viva hecha pueblo?

Quiero recordar de nuevo —y vaya que estos días de Emergencia Nacional me recuerdan tanto sus palabras— a Ludovico Silva, cuando decía: “No hay peor infierno que la falta de esperanza (…) Perder la esperanza es no tener futuro; el porvenir se nutre de ella”. ¿Y qué mejor forma de llevar esperanza y con ella la vida buena, el buen vivir, que haciéndoles justicia a quienes nunca la han tenido?

Este mes de diciembre, como un todo, pareciera rendirle honor a su sentido conclusivo del año. Por estos días, hemos visto lo más bondadoso y hermoso del ser humano, ¡cierto!, pero también su lado más mezquino y perverso, representado por algunos sectores de nuestra sociedad que encuentra siempre, en nuestro sentido de fraternidad y solidaridad, ocasión propicia para desatar todas sus agresiones, no sólo contra nuestras instituciones y el Gobierno bolivariano sino contra nuestro pueblo, a quien quisiera ver sumido por siempre en la desesperanza y en el vivir muriendo, como lo vengo reiterando en cada jornada de batalla.

II

Como cristiano radical, entiendo y asumo el santo Evangelio como salvación y liberación definitiva de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En tal sentido, recuerdo las palabras de Juan Pablo II en el documento “¿Qué has hecho tú de tu hermano sin techo? La iglesia ante la carencia de viviendas”, que escribiera a propósito del Año Internacional de los Sin Techo (1987) establecido por la ONU:

…salir al encuentro de quien tiene necesidad de una vivienda pertenece al espíritu de las “obras de misericordia”, en función de las cuales seremos juzgados por Cristo nuestro Señor (cf. Mt. 25, 31-46).

¿Podremos nosotros, cristianos, ignorar o soslayar tal problema, cuando sabemos bien que la casa “es una condición necesaria para que el hombre pueda venir al mundo, crecer, desarrollarse, para que pueda trabajar, educar y educarse, para que los hombres puedan constituir esa unión más profunda y más fundamental que se llama ´familia´”? (Enseñanzas, 2, 1979, 314).

(…) La Iglesia, participando de “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren” (Gaudium et spes, 1), considera grave deber suyo asociarse a cuantos operan con dedicación y desinterés para que el problema de la casa encuentre soluciones concretas y urgentes, y para que los que carecen de techo sean objeto de la debida atención y preocupación por parte de la autoridad pública.

(…) La especulación sobre los terrenos que sirven al desarrollo edilicio y sobre la construcción de ambientes domésticos, el estado de abandono de barrios enteros o de áreas rurales privadas de calles transitables, de distribución de agua o electricidad, de escuelas o de transportes necesarios para el movimiento de las personas, son —como es sabido— algunos de los males más patentes, estrechamente ligados al problema más amplio de la casa.

Y rematará su Santidad:

“¿Cómo podríamos afirmar que se ha celebrado realmente un Año Internacional de los Sin Techo, si luego no se ha hecho nada o casi nada; si todo quedara reducido a algunas ceremonias que no comportan ningún beneficio sensible? (…) Todo esto trae a la memoria y a la reflexión las palabras consoladoras de Jesús: «Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos, mis hermanos menores, a mí lo hicisteis» (Mt 25, 40). Él, en efecto, nació en un establo y fue reclinado «en un pesebre» por las manos amorosas de su Madre, la Virgen Santísima, porque no había lugar para ellos en la posada (cf. Lc 2, 7); y luego estuvo prófugo, lejano de su tierra y de su casa, en su primera infancia”.

Querido o querida compatriota que me lees: he traído esta larga cita para que ejerzamos la reflexión profunda que estos días santos ameritan; para que sean ustedes quienes saquen las conclusiones acerca de la justeza de nuestro camino y las decisiones que sobre el mismo hemos ido tomando radicalmente: como revolucionarios que somos, debemos ir a la raíz de todos nuestros males y problemas, de todas nuestras desdichas y sufrimientos. Nunca como antes el sentido de lo ecuménico se nos había hecho más claro: el habitar la tierra pasa por la realización del hombre en su morada y en su lugar de trabajo como extensión de la misma y para la misma; es la dignificación en su hogar y la dignificación de todas las condiciones para que esto sea posible. Por ello, hemos decidido legislar radicalmente en función de la felicidad colectiva que nos merecemos, que comienza, necesariamente, por la resolución del problema de la vivienda.

III

Esta semana, cuando apenas hemos esbozado la concepción para enfrentar la crisis, ya comenzaron a “ladrar los perros”. En sus ladridos, desconocen a nuestra Carta Magna y van contra su espíritu, alegando que estamos dando un golpe de Estado contra la misma, como justificación y preludio del golpe que ellos sí están tramando.

No puedo menos que, como Jefe de Estado, repudiar rotundamente el llamado a violar la Constitución y las leyes de la República, hecho, una vez más, por ese cuerpo podrido y atado a lo peor del pasado como lo es Fedecámaras, en la persona de su presidente, irrespetando a nuestra Fuerza Armada Bolivariana. No puede quedar impune tal llamado contra la República: vuelvo a exhortar al Ministerio Público para que actúe de acuerdo a las disposiciones que nuestras leyes contemplan y prevén al respecto.

Como lo hizo en el 2002, la oposición apátrida ha querido empañar nuestra Navidad, atentando contra el espíritu que la impregna: el espíritu de la paz y de la convivencia fraterna y solidaria. ¡No han podido ni podrán contra nosotros! Y, como en aquel entonces, no nos desprenderemos del espíritu de bienaventuranza que anima a los que seguimos a Cristo redentor. Estamos seguros que venceremos porque estamos venciendo. Junto al pueblo, conjuraremos a todos los diablos que se nos pongan por delante: se estrellarán y se seguirán estrellando como sucedió esta semana en la que intentaron desestabilizar nuevamente al país.

Nosotros estamos asumiendo, hasta las últimas consecuencias, el Evangelio del amor y de la justicia. Y al Niño Jesús lo buscamos y encontramos, cada día, en todos los excluidos y excluidas de Venezuela.

Con certeza, en esta hora dura y difícil de la Patria, Cristo levanta de nuevo su voz, y nosotros con Él, en un renovado “Sermón del Cerro”: es la buena nueva de la redención y la liberación que hoy encarna, en las palabras y en los hechos, el pueblo de Simón Bolívar.

¡Bienaventurados los Pobladores del Cerro!

¡Bienaventurados los refugiados y refugiadas!

¡Bienaventurados los soldados del Pueblo!

¡Bienaventurado el Pueblo todo!

Porque de ellos y ellas será el Reino de la Justicia Social, del Amor Supremo, de la Paz Perpetua…

Ese Reino, hombre, mujer, joven, niño que me lees, es el auténtico Cristianismo…

Es el socialismo

Es la vida plena

¡El vivir viviendo!

Hugo Chávez


domingo, 19 de diciembre de 2010

Las Líneas de Chávez ¡Viva Bolívar! ¡Bolívar Vive!


Gracias a Dios los cielos han menguado en su inclemencia. Y con el paso de los días hemos podido ponderar con mayor precisión los alcances del desastre que las lluvias han dejado a su paso. Gran parte del país permanece bajo las aguas, aún vemos los desgarrones en los cerros y puentes; vías y represas tienen las huellas de los estragos.

En esta semana hemos multiplicado los traslados, la habilitación de refugios, la atención y el abastecimiento a más de 133 mil compatriotas. Y seguimos desplegados y en batalla: “no daremos descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas” hasta convertir la tragedia en victoria popular.

Voluntad infinita es la que se ha evidenciado en todos los niveles de Gobierno junto a nuestro incansable pueblo heroico: un pueblo organizado y que hoy se asume como Poder Popular.

II

Vuelvo a un lúcido planteamiento de Reinaldo Iturriza, del que me hice eco tras las elecciones del 26 de septiembre, para verlo a la luz del presente inmediato: creo que estamos logrando repolitizar efectivamente la gestión. Ciertamente, la política revolucionaria, si quiere ser digna de tal nombre, se hace en la calle, junto al pueblo.

En lo personal yo he sido sacudido por la interpelación popular. Durante toda esta semana he vuelto a sentir su estremecedora fuerza histórica, en Puerto Santa Rosa, en el Chivo, en Fuerte Tiuna, en la Casa Amarilla, en el Palacio Blanco, en Playa Grande. Y creo estar cumpliendo con el deber que la misma me exige: promoverla y abrirle cauces para que se exprese sin ninguna clase de cortapisas. Nada sustituye al contacto directo con el pueblo.

Quiero reiterar el llamado que hice durante la reunión de trabajo que sostuve con los diputados y las diputadas de la Revolución con motivo del XI Aniversario del referéndum constitucional de 1999: debemos retomar con fuerza las raíces de este proceso.

Debemos recordar de dónde venimos, por qué y para qué estamos aquí. Debemos recordar que venimos del Caracazo, de la rebelión popular de 1989. Debemos recordar que esta Revolución nació el 4 de febrero, aquel día que partió en dos la historia venezolana. De allá es que nosotros venimos: ¡De una gran Rebelión Popular! Una rebelión popular que no ha terminado y que se ha estado expresando, de muchas formas, en esta dura y difícil coyuntura. Y, por eso mismo, nosotros estamos aquí no para apoltronarnos ni para aburguesarnos: nosotros estamos aquí para hacer una Revolución verdadera.

Hoy más que nunca el pueblo interpelante, desde sus angustias acumuladas por infinitos atropellos, es la piedra angular de nuestra Revolución. Insisto en un punto: necesario es que el pueblo nos interpele, nos exija, nos desafíe. El ejercicio del poder obediencial comienza precisamente por allí.

Somos Gobierno gracias a la sagrada confianza que el pueblo ha tenido en este proceso, y nada nos puede eximir de semejante compromiso. Sobre nuestros hombros descansa la dura e insoslayable misión de hacer realidad los principios que nos rigen: que la justicia ajuste todos los despropósitos humanos, que la libertad libere y nos haga crecer, que la igualdad iguale sin distingos, que la independencia nos dispare hacia el porvenir.

Tenemos que radicalizar la Revolución democrática, y ello implica un verdadero y socialista atrevimiento. Por allí van los tiros del nuevo mapa estratégico que estamos elaborando.

José Martí nos señala el camino: “A mayor atrevimiento, mayor honra”. Honremos, pues, a quien merece honra.

III

El martes 14 de diciembre –sexto aniversario, por cierto, de la constitución del Alba- estuvo entre nosotros el presidente Rafael Correa. Con él vino todo el amor del hermano pueblo bolivariano del Ecuador; un amor que se ha puesto de manifiesto con las 41 toneladas de ayuda que, hasta el momento, nos han sido enviadas desde esta Patria hermana.

Tanto en Fuerte Tiuna como en el refugio Antonio José de Sucre, de la Casa Amarilla, volví a sentir la inmensa calidad humana de este compañero, de este hermano; la profundidad de su bolivarianismo. Su convicción, cabalmente expresada, de que los problemas de Venezuela son los problemas del Ecuador.

Rafael se encargó de recordar que 150 familias ecuatorianas están siendo atendidas en los refugios. Toda nuestra solidaridad y nuestro apoyo para estos hermanos y hermanas.

De corazón, Rafael, toda nuestra gratitud para ti y para tu pueblo.

IV

El viernes 17 de diciembre se cumplieron 180 años de la desaparición física de nuestro Padre Libertador. Durante la clase inaugural del Instituto Superior de Estudios Políticos del PSUV –una clase dirigida a nuestros diputados y diputadas de la nueva Asamblea Nacional– hice énfasis en su luminoso ejemplo, poniendo de relieve la condición sacrificial de su vida, que no tiene parangón en la historia patria.

En Bolívar se concentra el sacrificio mayor que nos otorga rostro para poder reconocernos. Seguir sus pasos es desprenderse: abandonarlo todo por la felicidad de la Patria.

Igualmente, inspirándome en Bolívar, pedí a nuestros diputados y diputadas mantenerse como un bloque unido y sólido, en lo ideológico y en lo moral, para cerrarle el paso a los pitiyanquis dentro de la Asamblea Nacional.

Tengamos presente que van a incrementarse las agresiones del imperio y que debemos impedir, a toda costa, los escenarios de violencia y la desestabilización generalizada que pretende generar la contrarrevolución. Por eso mismo debemos seguir fielmente la orientación bolivariana: ¡En todo debemos tener la más perfecta unidad!

No olvidemos que Bolívar es, también, una profunda pasión por la justicia y la igualdad: no había mejor forma de honrar su memoria que con la toma, este 17 de diciembre, de 47 latifundios en el Sur del Lago; 47 latifundios que demuestran la desigualdad extrema en la distribución de la tierra, que todavía existe y que las aguas hicieron que aflorara en toda su injusticia. Hacer política bolivariana y revolucionar es acabar definitivamente con esta monstruosidad.

Por cierto, y para cerrar este apartado, me llegó, justo en este 180º aniversario, un informe de los especialistas que han estado estudiando los restos del Libertador desde su exhumación el pasado mes de julio. Los datos que ofrece el informe, en mi criterio, son reveladores. Basta con señalar que los restos corresponden a un hombre de 47 años y que anduvo mucho a caballo. No tengo la más mínima duda: es nuestro Padre. Parece decirnos con Neruda: “Sí, soy yo. Pero despierto cada cien años, cuando despierta el pueblo”.

V

El mismo viernes la Asamblea Nacional aprobó, en segunda discusión, la Ley Habilitante que este servidor le había solicitado. En la clase inaugural a la que ya hice referencia, la promulgué de una vez: no hay tiempo que perder.

Su lapso de duración ha sido fijado en 18 meses. Y me habilita, como jefe de Estado, para legislar en nueve ámbitos: atención sistematizada y continua a las necesidades humanas, vitales y urgentes, derivadas de la pobreza y de las lluvias; infraestructura, transporte y servicios públicos; vivienda y hábitat; reordenación territorial, desarrollo integral y uso de la tierra urbana y rural; financiero y tributario; seguridad ciudadana y jurídica; seguridad y defensa integral de la nación; cooperación internacional, y sistema socioeconómico.

La Habilitante es un instrumento necesario en función de los retos y compromisos que hemos asumido: no se trata sólo de enfrentar las calamitosas consecuencias de esta prolongada temporada de lluvias, sino de darle respuesta a los problemas estructurales, intrínsecos al modelo capitalista, que se han agravado con la crisis actual.

En estas circunstancias de apremio se evidencian de nuevo dos visiones: de este lado, el afán insobornable de la solidaridad y el bienestar colectivo; y del otro lado, los apetitos mezquinos de quienes por generaciones han querido repartirse al país como un botín.

Los pitiyanquis persisten en velar por su confort y sus privilegios, mientras un pueblo clama desesperadamente por nuestro auxilio. No estamos para detenernos en las bajezas humanas de unos pocos. Entendemos que el dolor y la esperanza de un pueblo están hoy en las calles, en los barrios y en los campos. Ese pueblo nos interpela, señalándonos el camino. Tras él seguiremos avanzando.

Debemos hacer el mayor esfuerzo comunicacional e informativo para explicar y clarificar los alcances de la Ley Habilitante a nuestro pueblo, refutando cada una de las mentiras que se vienen difundiendo desde las cloacas mediáticas. En las próximas ediciones de estas Líneas estaremos contribuyendo con este trascendente cometido.

Hoy seguiremos fortaleciendo refugios, atendiendo con esmero a nuestro pueblo, rescatando y ocupando terrenos, entregando el bono navideño, entregando viviendas, construyendo, reconstruyendo, abriendo caminos…

En fin, haciendo Patria.

Digámoslo con el padre Simón Bolívar: “El que lo abandona todo por ser útil a su país no pierde nada y gana cuanto le consagra”.

¡Viva Bolívar! ¡Bolívar Vive!

Hugo Chávez

domingo, 12 de diciembre de 2010

Las Líneas de Chávez ¡El pueblo de las dificultades!



Mire la calle.

¿Cómo puede usted ser

indiferente a ese gran río

de huesos, a ese gran río

de sueños, a ese gran río

de sangre, a ese gran río?

No he dejado de recordar, durante esta semana, tan bellos versos de ese gran poeta de Cuba y de nuestra América llamado Nicolás Guillén. No he dejado de reflexionar en el sentimiento y el sentido que contienen cada una de sus palabras. El gran río que hace doce años nos trajera a Miraflores -el pasado lunes 6 de diciembre se cumplió un nuevo aniversario de la revolución hecha gobierno- es el mismo gran río de huesos, de sueños y de sangre, que ha vuelto a mostrar su caudalosa grandeza en este trance tan duro por el que estamos pasando.

En estos días hemos constatado lo que no nos está permitido olvidar nunca, porque anima el espíritu mismo y la razón de ser de nuestra revolución: somos ese “oscuro barro y dulce / con ojos como charcos”, como decía Benedetti, en el que una vez más nos hemos encontrado entre miradas amorosas.

Aquel glorioso 6 de diciembre de 1998 lo recordamos este lunes con el agua a las rodillas y diluidos en ese río arterial que es el pueblo de nuestra Guajira. Allí elevamos nuestras oraciones a nuestro Dios y a los dioses guajiros para que nos ayuden a superar junto al inmenso corazón del pueblo wayú todo el desastre que ha causado la inclemencia de las lluvias, produciendo el desborde de los ríos Limón y Paraguachón.

A todos nuestros compatriotas de Sinamaica les hemos dado refugio en Fuerte Mara, en la aldea universitaria La Guajira y en todos aquellos espacios de los que pudimos disponer.

Por todos lados anda nuestra gloriosa Fuerza Armada Bolivariana desplegada junto a Protección Civil, Cuerpos de Bomberos, el Poder Popular, el Frente Francisco de Miranda, la misión médica cubana, en un ejercicio de solidaridad y cooperación inédito hasta ahora en nuestra historia. Qué diferencia entre la Venezuela de hoy y la Venezuela de hace 11 años cuando nos cayó la tragedia de Vargas; qué diferencia, repito: aquel era un país indefenso; hoy tenemos un país con una gran capacidad para resistir estos embates, sobreponerse y salir adelante.

Lo que está sufriendo el pueblo zuliano, al igual que el pueblo de Falcón, de Vargas y Caracas, de Mérida, Táchira y Trujillo, de Miranda, Sucre y Nueva Esparta no puede recibir otro nombre diferente al de tragedia.

Para reforzar e ir más allá de las atribuciones de autoridades y entes regionales y las que en situación de normalidad corresponden al Ejecutivo nacional, decidí decretar, en esta semana, el Estado de Emergencia en los estados Zulia, Mérida, Trujillo y Nueva Esparta.

Aprobamos un fondo especial de 100 millones -dentro del Fondo Nacional para la Emergencia redondeado en 10 mil millones de bolívares- para la región zuliana y cubrir así las operaciones de salvamento, alimentos y logística en general: 50 millones para la Guajira y 50 millones para el Sur del Lago de Maracaibo.

Ahora más que nunca estamos obligados a la redistribución de lo humano sobre el territorio, de lo económico, de lo social, lo que, a su vez, implica la profundización de la revolución democrática: la aceleración de la marcha hacia el socialismo, que es la solución a estos dramas, productos de la gran injusticia que aún impera en nuestro país.

Lo reitero: lo que sufrimos no es consecuencia de una mala jugada que nos ha hecho la naturaleza. No. Es consecuencia directa de la injusticia que reina sobre la Tierra, y que afecta, en especial, a quienes menos han tenido que ver o han provocado esta cadena de calamidades: a los más pobres, a nuestros pueblos.

II

El día martes 7 de diciembre, honrando nuestro compromiso con todos los sectores de nuestra sociedad, entregamos las llaves de sus viviendas a familias de clase media y a familias refugiadas, materializando la dignificación que queremos para todos los venezolanos y venezolanas por igual. 56 familias afectadas por las intensas lluvias fueron beneficiadas en esta primera entrega, al igual que 212 familias que han sido liberadas de la voracidad de las mafias inmobiliarias y constructoras.

El miércoles 8 de diciembre, después de visitar El Chivo y Puerto Santa Rosa, en el estado Zulia, y El Vigía, en el estado Mérida, decidí nombrar al ministro Juan Carlos Loyo como comisionado presidencial para la emergencia en toda la región Sur del Lago, junto al mayor general Euclides Campos Aponte, comandante general del Ejército Bolivariano. Ya se han conformado los equipos que se dedicarán a la reconstrucción integral, considerando el refinanciamiento y la condonación de deudas al sector agrario afectado por la tragedia.

Creamos un fondo de recuperación de la actividad productiva coordinada por el Fondas (Fondo de Desarrollo Agrario Socialista): un fondo especial de 200 millones de bolívares para el plátano, pero también para aquellos otros rubros con menor afectación, como arroz, maíz, cacao; así como la implementación de un programa especial de producción de hortalizas coordinado por Agropatria, con un fondo inicial de 30 millones de bolívares. Así mismo, se aprobaron 150 millones más para la reconstrucción y el acondicionamiento de infraestructura rural.

Y desde El Vigía anuncié la intervención de 43 latifundios que totalizan 20.200 hectáreas al Sur del Lago.

De igual forma, he decidido la creación en el Sur del Lago de una red de emisoras de radio, bajo la dirección de nuestra Fuerza Armada, como otra forma de incrementar la presencia del Estado en toda la zona y validar nuestra soberanía.

Este viernes, 10 de diciembre, lo he dicho y siento preciso reiterarlo: he sacado el látigo y la espada para esta nueva batalla que estamos librando, no contra el imperialismo y sus lacayos -ésta es otra lucha ante la cual no debemos descuidarnos-, sino contra los viejos vicios y las nefastas prácticas del estado burocrático. ¡Guerra a muerte contra el burocratismo: contra la contrarrevolución burocrática! Ahora más que nunca la calle es el campo de batalla de nuestra lucha por la justicia y la igualdad.

El mismo viernes he vuelto a exhortar a los medios públicos a darle cabida a los reclamos, a la crítica del pueblo: la interpelación popular está allí, hablando a través de muchas voces, y el Gobierno está obligado a colocarse al frente de ella.

Ante las inmensas tareas y nuevos retos que se nos suman, estamos obligados a dar ejemplo cotidiano de honestidad, entrega y eficiencia.

Se nos ha venido un diluvio encima, y con él un mar casi infinito de problemas. Debemos legislar con la premura y la radicalidad que nos exigen las circunstancias. Por eso mismo, he decidido solicitar a la Asamblea Nacional la activación de una Ley Habilitante que permita al Ejecutivo dictar decretos leyes en áreas prioritarias como la vivienda, la agricultura, la alimentación, la infraestructura y la economía, con el fin de solventar definitivamente la emergencia.

También este viernes 10 nombré a Francisco “Farruco” Sesto como ministro de Estado para la Reconstrucción Urbana de Caracas. Ya se tienen a mano los planes para la insurgencia de una nueva Caracas dentro de Caracas, con la construcción, en una primera fase, de 13.080 apartamentos populares.

III

En la gran batalla de estos días ya han quedado en el camino varios compatriotas. Quiero nombrar al sargento primero José Gregorio Sarmiento, plaza del Destacamento de Frontera número 36, del Comando Regional número 3 de la Guardia Nacional Bolivariana, con 8 años de servicio, a quien rendí tributo este miércoles 8 en El Vigía. ¡Honor y gloria para José Gregorio!

Y este viernes, cumpliendo con la sagrada misión de la solidaridad y el amor patrio, han desaparecido físicamente cuatro abnegadas compañeras: Liliana Arias (41 años) Yenitza Galíndez (27), Melitza Salas (44) y Karina Castro (31), quienes se desempeñaban voluntariamente como cocineras para ayudar a nuestros compatriotas refugiados. Todas dejan huérfanos a varios hijos e hijas: velaremos por ellos y ellas. He decidido otorgarles a él y a ellas, post mórtem, la condecoración de la Orden de los Libertadores. Son mártires, héroe y heroínas que dieron el todo por el todo para darle vida a nuestro pueblo.

Pueblo que me lees: Ante las grandes dificultades, alcémonos con nuestro Padre Bolívar, hasta la cima del Chimborazo.

¡Somos los hijos de Bolívar!

¡Somos el pueblo de las dificultades!

¡Unidos, Venceremos!


domingo, 5 de diciembre de 2010

Las Líneas de Chávez ¡Pueblo y Gobierno Unidos!


Durante todos estos días ha llovido como nunca antes en Venezuela. Para que tengamos una idea, hemos alcanzado el doble del nivel pluviométrico del registrado en diciembre de 1999 cuando se produjo la tragedia de Vargas. Nos ha tocado enfrentar una situación de emergencia nacional de una extrema complejidad, donde nuestra prioridad ha sido la preservación de la vida de nuestro pueblo.

Particularmente crítica ha sido y es la situación en Falcón, Vargas, Miranda y Distrito Capital. Pero los efectos de las lluvias se han hecho sentir, también, en Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta, Carabobo, Yaracuy, Zulia y Trujillo. Hemos tenido que lamentar la dolorosa pérdida de 32 valiosas vidas humanas.

El Gobierno bolivariano como un todo, nuestra Fuerza Armada y el pueblo organizado, están haciéndole frente a la emergencia con la mayor determinación.

El desastre nos hiere y, por eso mismo, nos obliga a demostrar la más alta fibra ética, y así continuar batallando, sin descanso, hasta que el buen vivir se convierta en una feliz realidad para los compatriotas que han visto perder sus sueños y sus esperanzas entre el agua y el barro. Ante tal descalabro me llevo la mano al corazón, sufro con el dolor de miles y multiplico mi compromiso irreductible con los más desfavorecidos de la Patria. En La Pedrera, en Fuerte Tiuna, en Miraflores, en el núcleo endógeno Fabricio Ojeda, en Tucacas, en Boca de Tocuyo, he sentido, una vez más, el clamor popular como un redoble de conciencia.

Con cada crecida de río, con cada cerro que cede y cae, con cada rancho que se viene abajo, dejando en la calle a gran cantidad de venezolanos y venezolanas, aflora el sufrimiento de un pueblo que padece: un pueblo que no ha hecho más que resistir, mostrando su infinita grandeza aun en las situaciones de mayor olvido; un pueblo que se vio forzado a vivir en condiciones inhumanas; padeciendo inmensas injusticias bajo la más cruel indiferencia. Hemos vivido, como lo señalé esta semana, cien años de soledad.

Pero hoy el pueblo no está solo: no descansaremos hasta revertir tantos daños materiales, tantas angustias y tantos sufrimientos. Lo digo desde una esperanza que ha comenzado a hacerse realidad: llegará el día en el que la dignidad y la justicia habitarán plenamente entre nosotros y nosotras, y quedará en el olvido la pesadilla social que heredamos y que estamos luchando para que desaparezca definitivamente.

Desde estas Líneas, quiero expresarle mi bolivariana e inmensa gratitud al compañero Evo Morales, a su Gobierno y al hermano pueblo de Bolivia, por la ayuda solidaria que nos han brindado.

No puedo dejar de referirme a la conducta éticamente repugnante de quienes, desde las cloacas mediáticas, se valen de la desgracia y los imponderables para sacar provecho político, hablando pestes del Gobierno. ¡Vaya qué falta de vergüenza patria!


II



Hemos estado multiplicando los espacios para albergar a las miles de familias afectadas. Ya pasan de 70 mil las venezolanas y venezolanos que están siendo atendidos en los refugios. Haremos todo lo que tengamos que hacer para que se sientan como en casa. En especial, los niños y las niñas, ahora que ya estamos en diciembre, tendrán una navidad real y verdaderamente feliz.

De los refugios deben salir estos compatriotas, no al mismo lugar signado por el gran riesgo de perder la vida, sino a una vivienda digna: saldrán a disfrutar del buen-vivir y a dejar de sufrir cada vez que vengan las lluvias. Me atrevo a pedirles paciencia, lo digo desde el dolor, porque sé que paciencia es lo que han tenido los pobres toda la vida.

No olvidemos que así como Bolívar se llamó a sí mismo “el hombre de las dificultades”, nosotros y nosotras, sus hijos e hijas, bien nos podemos llamar el pueblo de las dificultades.

Hago un llamado a la Asamblea Nacional para acelerar la aprobación definitiva de la Ley de Emergencia para Terrenos Urbanos y Vivienda, que ya fue aprobada en primera discusión. Hay que legislar y actuar con la mayor rapidez en esta coyuntura.

Ciertamente, necesario es construir viviendas al ritmo que exige la satisfacción de la demanda. Pido al sector privado consciente unir esfuerzos con el Gobierno bolivariano para maximizar la capacidad de respuesta al problema estructural de la vivienda: es hora de que asuman plenamente su responsabilidad social.

Ya cerrando este apartado, quiero recordar un importante anuncio que hice en esta semana. El pasado jueves aprobé cuatro mil cien millones de bolívares para la construcción de 22 mil 162 viviendas en los estados Vargas, Miranda y Distrito Capital.

III



Quiero reflexionar contigo, compatriota que me lees, para que podamos entender a cabalidad el duro y difícil trance por el que atravesamos: el desequilibrio ambiental que ha creado el modelo desarrollista del capital es, sin duda alguna, la causa fundamental de los alarmantes fenómenos atmosféricos que estamos padeciendo en el planeta.

Las economías más poderosas del mundo insisten en llevar adelante un modelo de vida destructivo y luego son incapaces de asumir responsabilidad alguna.

Nadie se escapa a las reacciones de la naturaleza después de tanto atropello. La arrogancia de los dueños del mundo viola sistemáticamente los límites ecológicos sin consideración alguna hacia la humanidad y hacia el planeta, que se muestran cada vez más indefensos.

Las calamidades que sufrimos con estas inclementes y prolongadas lluvias son una muestra más de que estamos, de nuevo, ante la injusta y cruel paradoja planetaria: los países más desarrollados de forma irresponsable quebrantan sin medida el orden ambiental, en su afán por mantener un modelo de desarrollo criminal, mientras la inmensa mayoría de los pueblos de la tierra padece las más terribles consecuencias.

Por otro lado, hay que decir que a todo lo dicho hasta aquí se suma una terrible realidad: las precarias condiciones en las que vive gran parte de nuestro pueblo, sobre todo en los barrios de las principales ciudades en las que se han construido viviendas en espacios inapropiados y de alto riesgo.

Nuestras ciudades y nuestras barriadas fueron trazadas obedeciendo a intereses exclusivamente crematísticos, sin el más mínimo sentido de la planificación urbana, violando todas las normas de seguridad e ignorando deliberadamente a los seres humanos. Hagamos memoria desde nuestro dolor: recordemos la tragedia de Vargas y toda la carga de destrucción y muerte que trajo aquel doloroso diciembre de 1999.

Nosotros heredamos la enorme carga de injusticia social acumulada por la desidia de los gobiernos del puntofijismo, aunada a un diseño excluyente de país que privilegió la concentración del capital en las ciudades. Esto trajo como consecuencia el desordenado poblamiento en los espacios urbanos con una ocupación desigual de su territorio: los espacios llanos para los más adinerados y los cerros para los pobres. Además, se creó un perverso patrón cultural que estableció que la pobreza era algo natural, normal: una realidad irremediable que había que admitir, dándole la espalda.

Estamos en un punto de inflexión histórico: debemos apresurar el nacimiento de la ciudad socialista, la ciudad del buen vivir y de la vida buena, dándole vida a un nuevo sentido de la planificación territorial, que obedezca rigurosamente a la preservación del bien común y del bienestar colectivo. Ese tiempo, ese modelo en el que las grandes mayorías eran excluidas espacialmente debe morir junto con la ciudad capitalista, que no hace sino reproducir y multiplicar espacios de segregación.

IV

Cuando aparezca esta nueva edición de Las líneas de Chávez se estarán celebrando elecciones regionales. Están en disputa las gobernaciones de Guárico y Amazonas, al igual que las alcaldías de Maracaibo (Zulia), Miranda (Zulia), Achaguas (Apure), Miranda (Carabobo), Carrizal (Miranda), Panamericano (Táchira), Miranda (Trujillo), Boconó (Trujillo), Manuel Monge (Yaracuy), Nirgua (Yaracuy) y Arismendi (Nueva Esparta).

Llamo a todas y todos a votar: a expresar soberanamente su voluntad en las urnas; a seguir fortaleciendo el modelo de la democracia participativa y protagonica.

¡Avanza diciembre!

pidamos a Dios que deje ya de llover…

Y preparémonos para recibir en familia la navidad.

Se va el año 2010. Y con él, la primera década de este siglo.

Viene 2011… ¡5 de julio!

¡Independencia para siempre!

¡Venceremos!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Las Líneas de Chávez ¡27 de Noviembre!



“A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres”. Cuántas veces en lo que va de proceso y en lo que llevamos de Gobierno no he citado, públicamente o en reuniones cerradas, esas bellas palabras que nos legara ese grande de Cuba, José Martí, de su portentoso ensayo A la raíz. Y en pocas veces como ahora, en que los acontecimientos en pleno desarrollo —como diría Walter Martínez— a ello contribuyen y obligan, había yo sentido esa necesidad, aún más, esa exigencia ante la verdad y grandeza que encierran estas palabras iluminadoras del Apóstol de la Libertad: ¡Radicalizar la Revolución!

Así lo dije este martes 23 de noviembre en la Sesión con motivo del acto de Estado en Defensa de la Patria, su Soberanía y contra el Imperialismo, en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo. Así lo dije y así lo sostengo con toda responsabilidad ante las aves agoreras que quieren desentrañar de mis palabras intenciones que delaten acciones de un izquierdismo trasnochado fundado en la opción del extremismo. Nada más ajeno a un proceso que se sabe real y verdaderamente Revolucionario.

Ahora como nunca esta grosera burguesía apátrida debe experimentar con toda la fuerza el sentido exacto de tales palabras. Esta burguesía, sin vergüenza y sin Patria, debe sentir, debe saber que no es gratuito ni debe quedar impune el grosero espectáculo que uno de sus más connotados representantes montó en el aquelarre celebrado en el Congreso del imperio, arremetiendo contra Venezuela al tiempo que por un canal de televisión de su propiedad pretende ofender a nuestro pueblo desconociendo nuestras leyes y nuestra Soberanía. Ahora como nunca la burguesía que hace vida en este país —me es difícil llamarla “venezolana”, no merece tan sagrada condición— debe saber que a Venezuela se le respeta.

Sin duda, no vacilaremos en “impedir que la derecha proimperialista y antipatriótica lance a venezolanos engañados contra la fuerza pública para ensangrentar las calles de Venezuela”, haciendo mías estas palabras de las Reflexiones de Fidel del 25 de noviembre de 2010. La amenaza de la canalla imperialista no viene solo contra Venezuela, sino contra todos los países signatarios del ALBA. No quiero ahondar en más detalles porque Fidel ya en sus Reflexiones nos ha allanado en mucho el trabajo de la divulgación de lo que este martes 23 se dijo en el Salón Elíptico. Pero sí decir que, volviendo “A la raíz” de Martí, “hombre es el que le sale al frente al problema, y no deja que otros le ganen el suelo en que ha de vivir y la libertad de que ha de aprovechar”. Solo que en el caso que nos concierne, no se trata solo de un hombre que tiene por nombre Hugo Chávez; no. Se trata de las grandes mayorías de hombres y mujeres que constituyen ese gran colectivo que se llama Venezuela; se trata de todo un pueblo que defenderá este suelo que ahora como nunca ha hecho suyo, y esta libertad que se ha sabido ganar con el esfuerzo heroico de siglos.

II

El lunes 22, tras mi convocatoria como presidente del PSUV, se reunieron los vicepresidentes de nuestro partido junto a los vicepresidentes del Gobierno en lo que llamamos el Consejo de Vicepresidentes.

Estamos obligados a un balance constante para fortalecer e incrementar la cohesión, la unidad, la ofensiva y la batalla 2010, 2011, 2012 y más allá. A ello nos debe llevar la puesta en práctica de las 3R al cuadrado que tenga como consecuencia un proyecto constructivo, solo posible en la misma medida en que sea el producto de una Militancia Histórico-Constructiva que, asumiendo la experiencia del pasado y del presente, se proyecte al futuro en la realización colectiva de la sociedad deseada. Para decirlo con el Padre Bolívar: “…todas nuestras facultades morales no serán bastantes si no fundimos la masa del pueblo en un todo; la composición del Gobierno en un todo; la legislación en un todo, y el espíritu nacional en un todo. Unidad, unidad, unidad, debe ser nuestra divisa”.

Debemos entonces seguir construyendo el más grande partido de nuestra historia. Grande no solo por la cantidad de militantes, sino por la calidad. Decía Alfredo Maneiro: “Eficacia política y calidad revolucionaria”, partido de masas pero que genere cuadros verdaderamente revolucionarios; vanguardia junto al pueblo, un partido-movimiento que garantice la construcción del socialismo.

Bajo tales presupuestos estaremos en capacidad de albergar todas las corrientes o tendencias posibles que coadyuven con su aporte crítico y constructivo a la consolidación de nuestra unidad como fuerza política, garantía a su vez para las alianzas estratégicas y tácticas con otras fuerzas políticas que no tengan otro propósito diferente al de la construcción y engrandecimiento patrio.

En este sentido, hemos redactado y aprobado para el debate nacional el documento que hemos denominado Líneas de acción política, rumbo a la conformación del gran polo patriótico, la Campaña Admirable 2011-2012, el Plan Bienal del Gobierno 2011-2012, y la gran victoria estratégica de diciembre del 2012, para asegurar la continuidad del proceso revolucionario, democrático, pacífico, incluyente, que también le pertenece a la clase media.

En lo inmediato tenemos la elección de dos gobernadores y 11 alcaldes para este domingo 5 de diciembre. Todo nuestro apoyo para Diógenes Egildo Palau, por la gobernación de Amazonas; Luis Gallardo, por la gobernación de Guárico; Argelia Aguirre, por la alcaldía de Achaguas (Apure); Eduardo Sequera, por el municipio Miranda (Carabobo); Luis Aponte, por el municipio Carrizal (Miranda); Luis Díaz, por el municipio Arismendi (Nueva Esparta); Pedro Nel Castro, por el municipio Panamericano (Táchira); Miguel Marín, municipio Boconó (Trujillo) y José Douglas Linares, municipio Miranda (Trujillo); Ricardo Capella, por Nirgua (Yaracuy) y Dilsio Scoth, en el municipio Manuel Monjes (Yaracuy); en el estado Zulia, vamos con Tiberio Bermúdez, candidato por el municipio Miranda, en la Costa Oriental del Lago, y el camarada Giancarlo Di Martino, por el municipio de Maracaibo. Tenemos fe en que el pueblo de Maracaibo lo elija para que vuelva a la alcaldía de Maracaibo a enrumbar esa gran ciudad que ha estado bastante descuidada. Lo mismo digo con los demás candidatos y candidatas. Para ellas y ellos toda nuestra solidaridad y compromiso.


III




El 27 de noviembre de 1992 fue una acción infructuosa desde el punto de vista militar, pero una acción grandiosa que demostraba, echaba en cara al mundo entero, que el régimen puntofijista estaba real y verdaderamente herido de muerte, sus días estaban contados; los Contralmirante Gruber Odremán y Cabrera Aguirre, el General Visconti Osorio, el Coronel Castro y el Mayor Salima Colima, fueron los patriotas que encabezaron este segundo levantamiento contra Carlos Andrés Pérez.

Tuvieron el valor y la dignidad de no ser cómplices de aquella dictadura con careta democrática.

Tómese en cuenta que el movimiento que actuó aquel día –el Movimiento 5 de julio- hace tiempo que ya había sido delatado. Hay que destacar, por eso mismo y en especial, que el grueso de la oficialidad de nuestra Fuerza Aérea –hoy Aviación Militar Bolivariana- se fue con la rebelión: era la vergüenza patria que daba un paso al frente. El 27 de noviembre fue una genuina rebelión cívicomilitar. En honor de tan admirable gesta que sacudió aquellas podridas y carcomidas estructuras que sostenían hasta ya no poder más a un régimen dictatorial con una fachada “democrática”, celebramos hoy por primera vez en nuestra Historia Patria el día de la Aviación Militar Bolivariana.

No podemos negar que desde ese tiempo, siguiendo el heroico ejemplo que nuestro Pueblo diera el 27 de febrero de 1989, comenzamos a derrumbar los falsos templos que la injusticia y la corrupción habían erigido en el suelo sagrado de nuestra Patria. Recordemos las palabras del poeta Vicente Huidobro: Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano. Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales. Graznido de Águila embravecida, puñal afilado que recobró la esperanza de todos los venezolanos y venezolanas, fue aquel gran ruido del 27 de noviembre que provocó el F-16, piloteado por el comandante Luis Reyes Reyes, desatando las olas de nuestra revolución, Revolución que no desmayará nunca en una playa. Ese ruido que para nosotros se tornó en grito de guerra nos acompaña ahora en la trepidante construcción de la Patria soñada por nosotros.

¡¡Venceremos!!